El informe analiza las causas subyacentes o responsables de
la situación humanitaria en los territorios palestinos, “deteriorada por una
prolongada ocupación” de Israel. El mayor número de víctimas que dejó la
operación contra Gaza.
El 2014 fue un año “devastador” desde el punto de vista
humanitario para los palestinos, que vivieron la mayor pérdida de vidas humanas
desde la Guerra de los Seis Días en junio de 1967, dijeron ayer responsables de
la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios
(OCHA).
Así queda reflejado en el informe titulado “Vidas
fragmentadas” presentado por la agencia de la ONU para la coordinación de
Asuntos Humanitarios, que destaca cómo el año pasado 1,8 millón de personas
sufrieron una escalada de las hostilidades en Gaza, donde 1500 civiles
palestinos murieron –incluidos 550 niños– y otros 100.000 perdieron sus hogares
durante la operación “Margen protector” lanzada el verano pasado por el
ejército israelí en la Franja de Gaza.
Asimismo, en Cisjordania se batió un record del número de
palestinos muertos en enfrentamientos con fuerzas armadas israelíes –58– y de
gente desplazada por las demoliciones de viviendas no por razón del conflicto
bélico, sino por falta de permisos de construcción en la denominada área C
(bajo control militar y administrativo israelí) y en Jerusalén Este, que afectó
a más de 1200 personas.
El informe trata de mostrar cómo “el territorio palestino
está fragmentado en diferentes niveles por diferentes elementos”, explicó el
director del Departamento de Investigaciones de la agencia de la ONU en
Jerusalén, Ezekiel Lein. Uno de ellos es, dijo, “la división geográfica entre
Cisjordania y Gaza mediante una política de separación implementada por el
gobierno de Israel” y las restricciones al comercio entre ambas zonas, lo que
“dificulta las posibilidades de lograr un empleo o reducir la pobreza”,
acuciada por la discontinuidad entre Cisjordania y Jerusalén Este.
Además, apuntó, está “la política interna palestina con las
dos zonas gobernadas por facciones diferentes que tienen falta de coordinación
entre ellas y están en conflicto, lo que se refleja en los servicios que se da
a la gente, la crisis de los salarios, etcétera.”
El informe analiza las causas subyacentes o responsables de
la situación humanitaria en los territorios palestinos, “deteriorada por una
prolongada ocupación y la implementación de políticas israelíes que socavan las
posibilidades de vivir una vida normal, autosuficiente”.
Los palestinos “siguen
siendo objeto de amenazas a sus vidas, su seguridad física y su libertad”,
constata la OCHA. “Si hay que resumir, el problema principal en Gaza y
Cisjordania a nivel humanitario es el tema del área C y el uso discriminatorio
de la tierra bajo la ocupación israelí”, dijo Lein.
“En Gaza, el tema es más complejo porque existe la necesidad
de levantar el bloqueo y de que los donantes cumplan sus promesas, y de que las
facciones palestinas implementen lo acordado para iniciar la reconstrucción”
tras los 50 días de operación militar en 2014, agregó.
Para lograr cualquier mejora de la situación, la agencia
considera que Israel debería cumplir como potencia ocupante con sus
obligaciones de proteger y garantizar las necesidades básicas y los derechos
humanos de la población civil palestina, así como terminar con los
desplazamientos forzosos, la violencia sin responsabilidad y la imposición de
restricciones. Y que todas las partes en conflicto deberían actuar de acuerdo
con el derecho internacional y evitar el daño a civiles, además de aceptar sus
responsabilidades ante la ley, según la OCHA.
Fuente:Cubadebate
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