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Foto Albert Fajardo Jiménez.
Los secretos de una infante avileña que vivió en los finales de la mitad del pasado siglo en Ciego de Ávila se revelan en el libro Después de la línea que se presentó esta semana en la sede de la Unión de Periodistas de Cuba en esta ciudad.
Zenaida Ferrer Martínez, periodista cubana que hoy reside en los Estados Unidos y sigue defendiendo la identidad de su pueblo natal, describe en este mágico texto y con pintorescas anécdotas algunos de los vericuetos de quiénes vivían en la parte sur del entonces municipio del Camagüey.
En la presentación del texto la autora destacó los valores morales de las personas pobres que residían al pasar la línea del ferrocarril central que divide la ciudad avileña, pues esa era la categoría social de la gran mayoría de los que vivían, en los años 50 del pasado siglo,
La historia de Ridia, la primera niña del barrio que emigraba del país y de la que nunca jamás supieron, Tita la improvisada peluquera y la dura vida de la prostituta del barrio entre otras historias convergen con sortilegio en el libro.
En la presentación del libro la colega y escritora Zenaida Ferrer Martínez se hizo acompañar entre otros periodistas avileños de sus compañeras de estudio Magalis Zamora Morejón, actual corresponsal jefa de la agencia Cubana de Noticias en esta provincia y de Cecilia Rodríguez Saavedra, jubilada que aún se mantiene en sus labores reporteriles en la emisora Radio Surco.
En el prólogo del libro Después de la línea que se presentó esta semana en Ciego de Ávila, el Premio Nacional de Periodismo José Martí, José Aurelio Paz Jiménez destaca: Estoy convencido de que Zenaida no aspira con este libro a ningún premio editorial. Ya ha sido premiada por esa capacidad para contar, de manera natural, y conmover al lector que hace de estas esquirlas de sus más finas y valiosas cristalería, calidoscopio propio, regreso al barrio y a la casa, a ese punto originario al que siempre volvemos, aunque sea imaginariamente, si el fruto siempre regresa al árbol, el árbol al retoño, el retoño a la semilla y la semilla a la tierra, de donde un día fuimos formados tras un soplo de amor.
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