Tras dormir intranquilos por la posibilidad de un sismo de mayores proporciones, los habitantes de Santiago de Cuba amanecieron este martes con las bendiciones de una lluvia ligera y del apaciguamiento relativo de la tierra, sacudida consecutivamente desde el domingo.
Los 23 movimientos telúricos perceptibles, registrados hasta el momento, han mantenido a las autoridades y a la población expectantes y poniendo a punto decisiones oficiales y familiares ante la posibilidad cierta de un evento mayor, de acuerdo con las probabilidades para estos casos.