El ex diplomático estadounidense Wayne Smith se apresta a clausurar en los próximos meses un ciclo personal y político de poco más de 54 años, desde el amargo 3 de enero de 1961 en que debió ayudar a cerrar la embajada de EUA en Cuba.
A los 83 años de edad, Smith es un testigo privilegiado de medio siglo de la turbulenta historia entre EUA y Cuba, ya que además de ayudar a cerrar la embajada en La Habana en 1961, en 1979 fue nombrado jefe de la Sección de Intereses, un cargo que en situaciones normales equivaldría al de embajador en Cuba.