Tomado
de Cubadebate
Las
negociaciones entabladas en el último año y medio entre Washington y La Habana
incluyeron el tratamiento de reproducción asistida de Adriana Pérez, esposa de
Gerardo Hernández, confirmaron fuentes norteamericanas.
“La
emoción es muy grande y todo el mundo está preguntando, nosotros nos divertimos
mucho con todos los comentarios y las especulaciones, la realidad es que en
silencio ha tenido que ser, esta parte también”, dijo Gerardo el sábado en
declaraciones a la televisión cubana, que reprodujo el Granma.
Hernández
subrayó que no quería “dar muchos detalles” pero sí reveló que “hubo que
hacerlo por control remoto”. “Dentro de 15 días, más o menos, nacerá una niña
que se va a llamar Gema”, relató.
Dos
fuentes implicadas en las negociaciones citadas por CNN han explicado este
“control remoto”. Según estas fuentes, Pérez se sometió a una inseminación
artificial. Un portavoz del Departamento de Justicia norteamericano, Brian
Fallon, también ha confirmado este tratamiento: “Estados Unidos accedió a la
petición de la señora Hernández de tener un hijo con su marido”.
Un
asesor del senador estadounidense Patrick Leahy dijo el lunes que el legislador
ayudó a orquestar la inseminación artificial de Pérez, uno de los capítulos más
sorprendentes de los 18 meses de negociaciones secretas que culminaron con el
anuncio conjunto de Washington y La Habana de que reanudarán las relaciones
diplomáticas bilaterales después de más de 50 años.
Tim
Rieser, asesor de política exterior para Leahy, dijo a The Associated Press que
todo comenzó con un viaje que hizo el senador a Cuba en febrero de 2013. En esa
ocasión Leahy, que ha visitado la isla en múltiples ocasiones desde la década
de 1990 y se opone al bloqueo estadounidense contra la isla, se reunió con el
ex presidente Fidel Castro y con su hermano Raúl, el mandatario actual.
Leahy
y su esposa, Marcelle Pomerleau, enfermera de profesión, se entrevistaron con
Pérez, que ahora tiene 44 años. En esa época, Hernández seguía en una prisión
federal en Victorville, California, donde cumplía dos cadenas perpetuas. Cuba
se había quejado en repetidas ocasiones de que Estados Unidos le estaba negando
a la mujer una visa que solicitaba para visitar a su marido.
“Ella
le hizo una petición personal a Marcelle. Tenía miedo de que nunca tendría la
oportunidad de tener un bebé”, afirmó en un comunicado Leahy, demócrata de
Vermont que también ejerce como presidente de la Subcomisión del Senado para
Asignaciones Presupuestarias al Departamento de Estado y Operaciones
Extranjeras. “Como padres y abuelos ambos queríamos tratar de ayudarla”.
En
Estados Unidos, la oficina de Leahy comenzó a trabajar al respecto con
funcionarios del gobierno. El sistema penitenciario federal no permite visitas
conyugales, pero los funcionarios identificaron un precedente en el que se
había autorizado que un reo pudiera efectuar inseminación artificial.
A
principios de este año se hizo un primer intento de realizar dicha inseminación
con Pérez, pero fracasó. Un par de meses después un segundo intento si
prosperó. El procedimiento en sí fue efectuado en Panamá y el gobierno cubano
pagó todo, según Rieser.
“Al
igual que otras cosas que hicimos y que hicieron los cubanos, (esto contribuyó)
a un mejor ambiente para las conversaciones, que eran necesarias para lograr la
liberación de Alan y un cambio en la política estadounidense (hacia la isla)”,
señaló Rieser. Leahy
dijo el lunes que él y su esposa están sumamente felices por la noticia del embarazo
de Pérez. En un comunicado, el Departamento de Justicia confirmó que
funcionarios estadounidenses facilitaron la solicitud de ella.
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