Tomado
de Radio Habana Cuba
Fidel,
el 8 de enero de 1959 entrabas a La Habana con el Ejército Rebelde. Fue la
Caravana de la Libertad. Los rebeldes son recibidos por un pueblo enardecido de
alegría ante el derrocamiento de la sangrienta tiranía dee Batista. Era el
triunfo de la Revolución. El pueblo había emprendido una nueva vida y ahí estoy
yo. Ese mismo día llegué de México a la Habana, junto con Héctor Aldama,
capitán del naciente ejército del pueblo.
La
Caravana había iniciado la unidad Fidel-Pueblo y llevaría a cabo lo que
expresaste en una de tus intervenciones en el recorrido:“…. Cuando yo oigo
hablar de columnas, cuando oigo hablar de frentes de combate, cuando oigo
hablar de tropas más o menos numerosas, yo siempre pienso: he aquí nuestra más
firme columna, nuestra mejor tropa, la única tropa que es capaz de ganar sola
la guerra: ¡Esa tropa es el pueblo!”
Los
pueblos son gigantes, pero no siempre logran desarrollar toda su fuerza
organizativa e intelectual por un camino correcto, de ahí dependerá, en gran
medida, el trayecto de su vida y su papel en la historia.
El
de Cuba había luchado desde antes de 1868 por independizarse de la colonia
española. La guerra contra la metrópoli no condujo a la genuina independencia.
Cuba cayó bajo el neocolonialismo de EE.UU. Los cubanos nunca se conformaron
con esa situación, y mantuvieron la lucha ante los gobiernos entreguistas de la
época.
Pero
a partir de 1959 contaría con tu guía, mostrándole un nuevo camino y su
capacidad constructiva, impregnándolo de tu arrojo, seguridad en el triunfo,
optimismo y hasta audacia para enfrentar al imperio más poderoso militarmente
del mundo, que ya habìa iniciado un ataque sistemático, económico, terrorista,
político contra la naciente revolución.
Vas
a Orientar, educar, informar, a través de didácticas y largas intervenciones,
transmitiendo una ideología profundamente martiana, marxista- leninista. El
pueblo adquiere grandes dimensiones, preparado y dispuesto para construir la
nueva sociedad y enfrentar las agresiones, siempre unido a ti, al Partido a las
Fuerzas Armadas Revolucionarias y siendo actor activo en la grandiosa
estructura de organizaciones sociales que se formaron o fortalecieron.
Logras
un pueblo con una actitud revolucionaria, altruista heroica y como expresara el
presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en la sesión de constitución de la CELAC,
“locos de amor”.
El
camino fue y es una batalla en todos los ámbitos: político, económico, social.
Un torbellino, una verdadera Revolución, tomando el camino del socialismo. Esa
osadía a 90 millas de los EE.UU, no se la pueden perdonar a Cuba y menos que
esta mantuviera su ideal socialista en medio de la hecatombe que fue el
derrumbe del campo socialista de Europa del Este.
Me
hace recordar como convertías a la Revolución Cubana en un referente, para
creer en el socialismo, en el marxismo-leninismo, cuando se planteaba
internacionalmente que era algo que había fracasado. Representaba una
responsabilidad más sobre tus hombros, sobre el pueblo cubano. Se mantuvo el
camino trazado hacia el socialismo, soportando un “periodo especial”, se logró
primero sobrevivir y después avanzar, a pesar del incremento de las agresiones.
Lograste
el enfrentamiento al bloqueo económico, llevando a los trabajadores con el
apoyo del pueblo a levantar en dos oportunidades la economía. Primero en 1960 y
después en 1990, siempre con entusiasmo, esfuerzo y grandes sacrificio al
desafiar limitaciones, pero seguros en un futuro mejor.
Tus
promesas no fueron falsas, el pueblo ha sido actor participativo en el proceso,
con el derecho a ser tomado en cuenta, disfrutando de los beneficios
económicos, políticos y sociales que se alcanzaban.
Resalta
que Cuba fue el primer país de la región en ser libre de analfabetismo, en
formar científicos para resolver problemas en beneficio del pueblo, en
disminuir la alta mortalidad infantil y elevar la esperanza de vida,
indicadores que resumen una calidad de vida.
Inculcaste
que la lucha era también para el bien de otros pueblos y emprendiste programas
de educación y salud novedosos y convocaste a miles de cubanos en una misión
humanista, la de llevar educación, salud y otros bienes espirituales a todo el
Mundo.
¿Qué
pueblo del mundo puede mostrar una solidaridad por más de medio siglo viviendo
condiciones extremadamente difíciles? Fidel, llevaste a que el esfuerzo, el
altruismo del pueblo de Cuba fuera Faro de Esperanza para los países
subdesarrollados y en Nuestra América.
He
tenido el privilegio y regocijo de transitar por este grandioso proceso de más
de medio siglo. Al incorporarme en México en 1955 al Movimiento 26 de Julio
soñaba con un proceso progresista cubano, latinoamericano, pero sin imaginarme
la gran dimensión que un día tendría.
Un
proyecto encaminado a buscar una opción de manera que los millones de personas
cubanas y de otros países del tercer mundo tengan una calidad de vida mejor y
una patria libre y soberana.
Fidel,
Lograste echar raíces en el pueblo que continua su desarrollo, poniendo en alto
a Cuba, cada vez más conocida, reconocida y admirada por su altruista labor de
años y ahora por su primacía en la lucha contra el ébola. El año se terminó
cumpliéndose tus palabras: Volverán.
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