Tertulia entre Tigres

Ese viernes en que debió terminar el campeonato, el del sexto juego de la final del play off de la pelota, se abrió el dugout de Ciego de Ávila bajo los pies del equipo que dirige Roger Machado.

Los muchachos y medio pueblo avileño creían tener ya el triunfo asegurado, más la Isla de la Juventud se atravesó como la semilla de la ciruela.La otra mitad de los aficionados era presa de la cautela, convencida, a fuerza de repeticiones en la tele, que aquello no acababa, hasta que acababa.

Después del partido, con los ánimos amordazados y una punzada en el estómago, hubo meeting, como siempre; con palabras muy fuertes, como nunca. Y en medio de las cabezas gachas, pegadas al pecho por la vergüenza, apareció Omar Linares para decirles cosas que no han trascendido, que nadie cuenta de frente, pero que algo debieron obrar, porque el sábado Los Tigres jugaron el mejor match de la temporada.

Supongo que el Niño habló de sus días de cuarto bate en los que el verde era el color más lindo del mundo. De aquellas tarde-noches en que José Ariel Contreras despachaba ponches desde el box y él, jonrones desde el home, en cualquier estadio de Cuba. De cómo se gana una serie a fuerza de tenacidad y garra, y de que si eran tigres de verdad, pues las sacaran de una vez y por todas.

Así, más o menos, contó Mario Vega esa última noche de desvelos. Al "enigma" de la segunda base, como lo ha nombrado el profe Mario Martín, lo invitó Invasor digital a una suerte de tertulia, junto a Osmar Carrero y a Víctor Cuesta, comisionado provincial de béisbol, para amortiguar las ganas de hablar de pelota que aquí no se extinguen, ni siquiera en el "tiempo muerto" entre series.

Osmarito, que así llaman al menor de los hijos de Omar Carrero, grande entre los grandes que se han encaramado en la lomita, es el único avileño que tiene en su vitrina personal tres medallas doradas de campeonato. Ni siquiera a su padre se le alinearon los astros para conseguir esa hazaña. Carrerito es dos veces campeón con Ciego de Ávila y una con Pinar del Río, el equipo de Omar Linares, el equipo que, confesó, siempre fue su preferido.

A Mayito no pocos le han soslayado sus números, pero dicen los que saben que es de los mejores que han pisado la intermedia. Lento en el desplazamiento, un brazo no tan potente. Es cierto. "Lo compensé estudiando al contrario, ubicándome bien", dice el ahora entrenador de Los Tigres.

El comisionado Víctor Cuesta no cree que los resultados que hoy muestra la provincia se deban únicamente a su gestión, sin embargo se le hincha un poco el pecho cuando dice que todas las categorías del béisbol avileño han discutido o discutirán el campeonato en esta temporada.

"Queremos que los muchachos aprendan bien la técnica de la pelota, por eso atrasamos el calendario, para que tengan tiempo de dominar los aspectos del juego antes de las competencias".

Otras preguntas y respuestas tuvieron cabida en la Casa de la Prensa, adonde los segundos jueves de cada mes Invasor digital va a parar con sus contertulios, unas veces a hablar de periodismo y otras de béisbol. En esta noche de mayo, la más reciente, también se escuchó la música de dos artistas aficionadas, Aliuska Peña y Eglis Morell.

Fuente:Invasor Digital