La Rampa habanera se ha vuelto un hervidero de personas, quienes aprovechando las bondades de esta modalidad navegan por la red de redes lo mismo de pie al picante sol veraniego, que recostados a un muro o sentados bien cerquita los uno de los otros
Hoy no resulta nada descabellado hablar de accesibilidad a Internet en La Habana. Desde los primeros días del actual mes se habilitaron en todo el país 35 áreas de acceso a la navegación a través de redes inalámbricas, o WiFi, como se les conoce comúnmente. Varias de ellas aquí en la capital de todos los cubanos.
La Rampa habanera se ha vuelto un hervidero de personas –jóvenes o no-, quienes aprovechando las bondades de esta modalidad navegan por la red de redes lo mismo de pie al picante sol veraniego, que recostados a un muro o sentados bien cerquita los unos de los otros. Apenas se conocen, pero ya comparten imágenes y comentarios en el entorno digital, o se deleitan con videos y leen las noticias.
Por fin un viejo anhelo hecho realidad. Quizá todavía con precios no costeables por todos los bolsillos –la hora de navegación vale 2 CUC o 50 pesos en moneda nacional-, pero con una total aceptación por aquellos que pasan largas horas junto a sus teléfonos celulares inteligentes (smartphones), tablet o laptop.
La informatización de la sociedad ya alcanza nuevos bríos. Una muestra de la plena voluntad de llevar a todos el acceso a la tecnología es el descenso en las tarifas en este servicio –antes de los días iniciales de julio costaba 4.50 CUC la hora- y el cambio de la vida útil en el uso permanente de las cuentas para hacer uso del mismo.
No se puede pedir milagros a una nación afectada por la situación económica y cuya infraestructura de telecomunicaciones requirió –y aun lo requiere- mucho dinero para dejar a un lado la obsolescencia que de ella se apoderó. Todavía queda mucho camino por recorrer y no pocos aspectos a mejorar. Pero ya se palpan ciertos resultados.
La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) puso en manos de buena parte de la población una puerta a la Internet, o más bien una prolongación de las ya existentes en las múltiples salas de navegación disponibles en varias provincias. Pero eso sí, llegar a esa “autopista” digital es solo el comienzo. Ahora es necesario apertrecharse del conocimiento necesario para sacarle el “jugo” a sus bondades.
En varios escenarios, directivos de esta entidad y del Ministerio de las Comunicaciones han dejado bien claro que el objetivo final es llevar hasta los hogares la accesibilidad mediante redes WiFi. Incluso, se habla también de ciertas modificaciones en estudio para en el futuro construir los hogares con todos los requerimientos para que sus habitantes puedan “engancharse” en la red de redes.
Ah, pero eso no será de hoy para mañana. Se necesita tiempo, inversiones y recursos. Llegará, de a poco, pero llegará. Mientras tanto, desde hace menos de un mes mi ciudad luce diferente, cambiada, renovada. En algunos de sus espacios hay vida nueva…y conexión también. Chicos y chicas, hombres y mujeres, cubanos todos, disfrutan de hacer uso de la Internet a través de las redes inalámbricas. Ya no es cosa de películas. Ahora es realidad. Mi Habana, la capital de todos, también tiene WiFi.
Fuente: Radio Rebelde
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