En fecha reciente, mi esposa y yo presenciamos desde cerca, en un Ómnibus Youtong que cubre la ruta desde Morón a Ciego de Avila, un encuentro entre dos jóvenes, encuentro casual, pués ambos no se conocían sólo compartieron asientos, apenas transcurridos 10 minutos ambos intercambiaban diversos temas en una amena conversación digital, aclaro, no teníamos interés en oir lo que hablaban sólo que lo hacían tan alto que nos hicimos cómplices de aquel ¿romance? sobre ruedas.
La presentación entre ellos estaba confirmada, de esa manera se conocieron y es que estamos viviendo otros tiempos, hoy la nueva generación se comunican muy rápido entre sí, mediante el uso de sus celulares gracias a la avanzada tecnología. Hablaron de tatuajes como tema principal y cada uno enseñó desde sus móviles lo que poseían en esa materia.
Tal vez se rompió un record Güines en ese ómnibus que cubría la ruta Cayo/ Coco Ciego de Ávila y les aseguro que cuando se bajaron en la parada final, uno de ellos no pudo llamar por su nombre al otro, claro, si no conocían sus nombres.
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