Al Bárbaro del ritmo
Por: Enrique Dámaso Rodríguez Betancourt
Siempre fui admirador de su obra musical, de su manera de interpretar los ritmos cubanos, de la forma magistral en que dirigía la banda gigante, con pocos conocimientos académicos, todo eso lo sentía en mi piel, “…cuando a varadero llegué……” “Lajas mi rincón querido”…. En cierta ocasión traté de imitarlo….. Claro, fue un fracaso, pero siempre fue es y será mi ídolo musical.
Mi padre, me contó una historia que aún conservo fresca en mi memoria. Corrían los años iniciales del triunfo revolucionario y el Benny fue invitado a Morón a participar en un baile de categoría social de la época, en el Liceo, hoy casa de la cultura. Pasadas las once de la noche, el cantante no aparecía, aunque la banda estaba situada ya dentro del local, esperando la entrada de su director.
En la puerta, un negro corpulento cumplía las funciones de cuidar la entrada, de pronto llega el sonero mayor de Cuba y no pudo entrar, pues el cuidador le dijo que no podía pasar por ahi ningún negro, el bárbaro del ritmo solo le pidió, con mucha paciencia, que lo dejara ir hasta la escalera.
Cuando logró llegar hasta allí, un zapato voló las alturas, esa era la contraseña para empezar la función y comenzó la banda gigante a interpretar la música programada para esa noche. El pobre portero, con tremenda pena, permitió al músico incorporarse a su orquesta. Así era el Bárbaro del ritmo, el hombre que dignificó la música cubana y que hoy se cumplen 57 años de su fallecimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario