Comienza proceso de nominación de candidatos a delegados del Poder Popular

Tal vez el entorno natural de finales de febrero de 1895 haya transcurrido con días fríos como el de ahora. Es propio de la estación. Mas los desvelos fundamentales del cubano distan de una época a otra.

Por aquellas fechas José Martí y Antonio Maceo desde otros países cercanos ponían a punto los preparativos de la guerra; uno de los propósitos esenciales de hoy es afinar el "pulso" para el momento de empezar a escoger a los hombres y mujeres que guiarán los destinos del barrio.

Sobre la conducción de las contiendas de independencia había poco escrito, casi todo era táctico. Para el actual proceso electoral la Ley delimita bien los márgenes.

En Cuba todo ciudadano mayor de 16 años puede nominar o ser nominado candidato a delegado de las asambleas municipales del Poder Popular, excepto los casos de discapacidad intelectual y los pocos inhabilitados de ejercer cargos públicos.

El proceso de postulación para delegados en la provincia de Ciego de Ávila comenzó el 24 de febrero, y se extenderá hasta el 25 de marzo; vale recordar que según la cantidad de electores, las circunscripciones tendrán habilitadas entre dos y ocho áreas, las cuales deberán nominar cada una a un candidato.

Admite, incluso, la legislación que el nombre de la primera propuesta, previa consulta con el interesado, pueda repetirse en otros de esos encuentros de vecinos; hasta tanto a las urnas vaya un máximo de ocho y un mínimo de dos postulados.

Según confirma Rodolfo Valenzuela García, presidente de la Comisión Electoral provincial, por determinadas características en 12 de las 553 circunscripciones del territorio habrá de manera excepcional solo una de estas reuniones, donde será preciso la aprobación de dos candidatos.

Aclaraciones de procedimiento aparte, volvemos a recalcar el valor que para este ejercicio posee el paso eleccionario que arranca este martes, en el cual, a semejanza de la trascendental frase de la Protesta de Baraguá, será la fecha en que se rompa el corojo.

Lo lógico fuera que el pueblo decidiera levantar la mano por los más jóvenes, pues contribuiría a preparar dirigentes para un plazo mayor; no importa que el pueblo pase por su tamiz un obrero, campesino, intelectual, cuentapropista, ama de casa o efectivo de las Fuerzas Armadas, lo conveniente es que esté preparado y deseoso para servir a los demás.

Y que, al final, la naturaleza imperante en estos días contribuya a refrescar y organizar las mejores ideas, de donde salga fortalecida la estructura de gobierno de los próximos años.

Fuente: Invasor Digital