El huracán solidario

Por: Enrique Dámaso Rodríguez Betancourt
Después de una noche estresante y de un eminente peligro tras el paso del huracán Irma por la ciudad de Morón en la provincia de Ciego de Ávila  el pasado 8 de Septiembre, coincidentemente el día internacional del periodista, pensé que mi adrenalina recuperaría sus valores normales en el organismo al siguiente día.
 
Pero estaba equivocado, pasada la noche fatídica, un huracán de solidaridad humana inundó las calles de mi barrio, alguien tocó la puerta de mi vivienda, que dicho sea de paso no sufrió grandes afectaciones, para preguntarme que si tenía equipo de gas licuado para cocinar, al decirle que no, junto a otros vecinos, empezaron a traer alimentos para satisfacer las necesidades mías y de mi esposa, pero lo interesante de la situación es que esas personas que me ayudan todavía, perdieron su vivienda de forma total y parcial ¡Increíble!.Hechos como este ejemplifican el desprendimiento de personas que bajo circunstancias extremas, todavía están pensando en ayudar a los demás, mi agradecimiento eterno a Coco, Clarita, Nano, Aymé y  Yamila, entre  otros, que no solamente se solidarizaron conmigo, sino con toda una comunidad en la ciudad del gallo. 

Es posible que en otros países del mundo ocurra algo parecido, pero la solidaridad de los cubanos es reconocida en todos los confines del planeta, donde hemos llevado no los que nos sobra, sino hemos compartidos lo poco que tenemos.
 
El pasado 8 de Septiembre el Huracán Irma con categoría 5 en la escala de Richter, impactó en suelo avileño y destrozó una buena parte de la estructura habitacional y social en especial en Morón, Bolivia y Chambas, pero el ciclón de la solidaridad Humana trasladó vientos huracanados de socorro que consolidaron el afecto y la unidad entre los habitantes de la provincia de Ciego de Ávila. ¡ASI SOMOS LOS CUBANOS!