A mi profe Olidia.

Por Jorge Luis Delgado Felipe.

Después de muchos años como educador enrumbé el destino profesional de mi vida hacia los trajines del periodismo, y es que quizás llevando mucho de Martí, quise compartir el gozo de escribir y poder decir, para, desde otra posición contribuir a forjar la patria de todos.

Así una mañana, conocí a la inspiradora de esta crónica, a quién debo mucho de lo que he aprendido y es que ella te enseña hasta con la sonrisa, te hurga en lo más profundo con la mirada y te aconseja siempre, como una madre, serena, pero firme.

Llevo mucho tiempo por dedicarle estas palabras que se entrecortan en puro despliegue de emociones cuando las escribo en presente, pero las considero oportunas, a pesar que hace diez meses partió a la inmortalidad sin poder susurrarle al oído mís desvelos por su fatídica enfermedad y la urgencias de su presencia entre quiénes siempre le queremos, pero donde esté, sabrá de mi admiración, respeto y añoranza.

Olidia Felipe Nieblas, fue de esas mujeres que marchan por la vida dando sin esperar nada a cambio, o si, el mejoramiento humano y  a pesar de su acumulada experiencia y las obligaciones de lo cotidiano, sigue invariable junto al dial de su radio, dándole continuidad a cada reporte de quienes trabajamos en la emisora Radio Surco y más allá en las corresponsalías de cada municipio, esa que la cobijó con todo el amor del mundo y por la que profesa cariño infinito y aunque ella no me lo dijo, añoranza de aquellos bellos tiempos, a pesar de que situaciones familiares la quisieron alejar a destiempo.

                            

Su hogar, aún hoy es templo y resguardo para todos los que necesitamos de su sabiduría, no hay hora ni día fijadas para acudir en su ayuda, como las puertas del paraíso, las del hogar de la profe, están abiertas esperando por el periodista-caminante, que fatigado, con dudas, o con entusiasmos, acude a ella, como hijo amoroso ante la madre dulzura, para libar de su fina y nutriente miel, el cariño, el consejo oportuno, la amable sugerencia o el correctivo que necesitamos, para seguir construyendo futuro, desde la óptica de la critica oportuna y verás, del elogio merecido, desde la posición revolucionaria de cada noticia, aspirando a ser mejores profesionales, su mayor anhelo, ese que quiénes la queremos y extrañamos intentamos ser en cada instante.