Por:Leonel Iparraguirre GonzálezCasual tertulia en Morón toma como referencia las consideraciones de Luis Sexto relacionadas con el deber de respetar a nuestros semejantes, publicadas por Cubaperiodistas.cu
Coincidentemente un grupo de periodistas avileños en debate espontáneo sobre la profesión, tomamos como referencia el material publicado por Cubaperiodistas relacionado con el deber de respetar a nuestros semejantes, basado, más que en una conversación, en una importante lección del colega Luis Sexto.
Divergentes puntos de vistas se entrecruzaban en aquella casual tertulia, que por demás no había sido programada, donde los más decanos del grupo exponían sus puntos de vistas sobre esas situaciones a veces ofensivas y hasta fuera de tono, que no dejan de estar presente en nuestro sector, aunque en aquel grupo tampoco dejaban de existir puntos de vista opuestos, en este caso por parte de algunos compañeros, tal vez inspirados en las buenas intenciones de proporcionar cambios en nuestra prensa. Fue entonces cuando uno de los presentes, sacó de su bolso de trabajo el texto íntegro de lo expuesto en Cubaperiodistas.cu, convirtiéndose todo en una instructiva tertulia, de la cual me abogo el derecho de convertirme en su vocero.
Recuerdo expresiones casi textuales que se vertían en aquel espontáneo escenario, como los criterios que sostenían algunos de que una cosa es el órgano de prensa oficial y otra una de las plataformas que componen las Redes Sociales, donde no media ningún documento formal ni jurídico, solo el criterio y la convicción individual, como si el periodista -alegaban otros- dejaran de ser periodistas en los momentos en que irrumpen en las redes.
Allí hubo una pausa, para acentuar el criterio de Luís Sexto: "la web no es una llanura donde se puede decir cualquier cosa, la libertad individual requiere también de regulaciones..." El tema en debate cobró dimensiones cada vez más divergentes y profesionales a partir del criterio de que en las redes muchas personas ocultan su verdadera identidad, como si se colocaran una máscara para abrirse en un escenario que aparenta ser más "familiar" o quizás más íntimo, una especie de desdoblamiento de la personalidad profesional.
El consenso estuvo presente en aquella improvisada tertulia a partir de que cualquier espacio debe aprovecharse en cosas útiles, válido el concepto de que es importante la polémica, vertir criterios, pero siempre sustentado en el respeto a los demás. En este sentido no dejó de estar presente el tema de los vacíos que muchísimas veces aparecen en las redes sociales con textos, imágenes y otros recursos carentes de un lenguaje provechoso y profesional, y lo peor, como alegaba un colega avileño, " hasta errores de concordancia, faltas de ortografía y expresiones vulgares que difícilmente pudieran aparecen en un medio de prensa en los que trabajamos”.
Concluía aquella amena charla, quizás carente de un moderador o de un programa cronológico a cumplir, pero con la certeza de que el material de Luís Sexto, publicado en Cubaperiodistas.cu, fue un referente esclarecedor, didáctico a tener en cuenta, para que en todo momento la ética profesional de los periodistas, se tenga presente en cada una de nuestras actuaciones.
Cubaperiodistas.cu
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