Yoandrys Betanzos Francis entre los grandes del atletismo cubano

Por. Alejandro Alvariño Iñigo
El verano del 2003 será inolvidable para el avileño Yoandrys Betanzos Francis, pues en agosto de ese año logró uno de sus mayores anhelos al ganar la medalla de oro en el evento de salto triple, con registro de 17,26 metros, en los Décimos Cuartos Juegos Deportivos Panamericanos, celebrados en Santo Domingo, República Dominicana.

  Precisamente Betanzos es uno de los más de 100 atletas de Ciego de Ávila, con participación en citas continentales, donde brilló y demostró sus excelentes condiciones pues cuatro años después en Río de Janeiro, Brasil, fue tercero con marcha de 16,90 y también se hizo sentir en Guadalajara, México, 2011, donde ganó la presea de plata al estirarse hasta los 16,54 metros.

   Este voluntarioso veterano desde muy pequeño despuntó como un prospecto del deporte rey, siendo alumno de la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar Marina Samuel Noble, asistió en 1998 a los Juegos Escolares Nacionales, donde subió a lo más alto del podio al ganar el salto triple  y ser captado para la Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético, ESPA, en la capital cubana.

   A partir de entonces y durante más de una década mantuvo la hegemonía del salto triple en Cuba y en el 2003 ganó la presea de plata en el Campeonato Mundial, con sede en Francia, con marca de 17,26.

   Con ese aval acudió a los Juegos Olímpicos, de Atenas, Gracia, 2004 donde en un estadio repleto luchó de principio a fin, ubicándose en la cuarta plaza con un salto de 17,47, siendo superado por el ocupante del tercer escaño por un centímetro.
Al siguiente año demostró sus magnificos  dotes de atleta de competencia con otra valiosa medalla de plata, en el Campeonato Mundial de Finlandia.

   En su brillante palmares también aparece la presea de bronce en el mundial bajo techo, Moscú, Rusia, 2006, con 17,42, ese propio año se coronó monarca de los Juegos Centroamericanos  y del Caribe, de Cartagenas de Indias, Colombia, a los cuales se suman otros triunfos en certámenes foráneos y nacionales.

   Gloria del deporte cubano heredó su pasión por el deporte de su padre Alvaro, quien fue pugilista y su madre Amarilys, exvelocista santiaguera, quienes no ocultan su orgullo cuando hablan de Yoandrys, que ocupa un  lugar entre los grandes del salto triple en el planeta.