Todo comenzó con su llamada a la Oficina de la FEU de la Universidad de La Habana el día 22 de enero, a las 9 y 20 de la noche. Aunque la precedió un anuncio del momento que me esperaba, la voz, tantas veces escuchada de lejos, fue impactante al sentirla cercana.
—Randy, ¿cómo estás?
—Comandante, bien. No puedo creer que voy a conversar con usted.
Él se ríe y agradece “el mensaje que me hiciste llegar. Lo he leído varias veces”.
Se refiere a nuestro proyecto de celebrar los 70 años de su ingreso a la Universidad con una jornada de amor y compromiso. Se le nota entusiasmado cuando anuncia sorpresa y me invita a una conversación personal al día siguiente.